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Las comunidades energéticas podrían cubrir casi el total de la demanda residencial y terciario de energía para el 2030
Las comunidades energéticas son unidades planificadas de población productoras de su propia energía. La asociación ecologista Amigos de la Tierra ha presentado un estudio: “Energía comunitaria: el potencial de las Comunidades energéticas en el Estado español”. Su objetivo es establecer medidas prioritarias a la situación climática y dar a conocer los grandes beneficios de instaurar una comunidad basada en el autoconsumo.
Amigos de la Tierra definen las comunidades energéticas como “entidades jurídicas basadas en la participación abierta y voluntaria, autónomas y controladas efectivamente por socios o miembros que se encuentran en las proximidades de los proyectos de energías renovables que son propiedad de dichas entidades jurídicas y que éstas han desarrollado, y cuya finalidad principal es proporcionar beneficios ambientales, económicos o sociales”.
Una comunidad energética planificada para la ciudadanía establece un modelo de consumo más justo para todos, acaba con la pobreza energética y favorece precios más bajos. De este modo, se ha concluido en el informe que, las comunidades energéticas tienen la suficiente capacidad para suministrar la demanda de una gran parte del territorio español.
En el año 2020 la mayor parte del consumo energético en España, procedía de los combustibles fósiles y de la energía nuclear. Sin embargo, las energías renovables están cogiendo fuerza y llegan para quedarse. Una energía colectiva representa el crecimiento de la economía, la creación de nuevos puestos de trabajo, el autoabastecimiento y el ahorro energético.
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El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) establece que para el año 2030 el 74% de la energía debe ser renovable. Sin embargo, Amigos de la Tierra indica que estas cifras son insuficientes para actuar frente a la crisis climática y establece que la energía debería ser 100% renovable para ese año.
El objetivo es conseguir la neutralidad climática
En este estudio, para el año 2030 se estima que por medio de los paneles solares alrededor de todo el país podrían generar “92.973 GWh de autoproducción al año y cubrir la mitad de la demanda en el sector doméstico y terciario”. En el caso de las comunidades energéticas “el resultado aumentaría a 148.610 GWh totales, llegando a cubrir casi la totalidad del consumo residencial y terciario.”
Respecto a esto, Amigos de la Tierra también ha realizado un estudio del potencial fotovoltaico que tendría cada comunidad en base a los recursos naturales de estas. En las primeras posiciones destacan grandes ciudades como Barcelona y Madrid. Lo que supondría un ahorro y la reducción de la gran cantidad de demanda energética.
El futuro está en las energías renovables
Para que esto llegue a ser una realidad, el informe afirma que se deberán crear 8.245 comunidades energéticas. Todo ello combinando las diferentes energías renovables, “un mix energético de fotovoltaica, mini eólica y biomasa a pequeña escala”. Dando como consecuencia una reducción del impacto medioambiental de “17 millones de toneladas de CO2 equivalente al año, lo mismo que dar la vuelta a la Tierra en coche 7,2 millones de veces”.
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