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¿Para qué se utiliza este tipo de gas renovable? ¿Cómo se obtiene?
El biogás forma parte de las energías renovables porque se obtiene a partir de la transformación de residuos orgánicos. Es una solución frente a la problemática ambiental porque aporta valor a la economía circular.
Actualmente, el uso de los combustibles fósiles conlleva graves problemas como el cambio climático. Por ello hay que buscar estrategias que lo minimicen. En este caso, el biogás se obtiene a partir de residuos.
Otras energías renovables, la solar, eólica o geotérmica también ayudan a construir un mundo más sostenible. Hoy en día, la energía solar es una de las más utilizadas en nuestro país gracias a la cantidad de horas de Sol.
¿Qué es el biogás? ¿Cómo se obtiene?
Este tipo de gas renovable está compuesto por metano y dióxido de carbono obtenido por medio de la degradación anaerobia de los residuos orgánicos (sin oxígeno). Por lo tanto, la basura es una materia prima que sirve como fuente de energía renovable.
Para poder llevar a cabo dicha transformación es necesario disponer de una planta de almacenamiento de los residuos; espacios para la gestión de los residuos o plantas específicas de este tipo de gas renovable.
El procedimiento que se lleva a cabo para obtener la energía es el siguiente:
En primer lugar, los residuos orgánicos se almacenan en unos espacios denominados receptores. Luego tiene lugar la transformación en los fermentadores; pasa de estado sólido a gas. A partir de este proceso se obtiene el biogás y el digestato (útil para generar fertilizantes orgánicos). Por último, en los generadores de energía, el gas se transporta, se inyecta a la red o se transforma en energía térmica o eléctrica.
¿Qué necesitas saber sobre el biogás?
Son muchos los usos que ofrece este tipo de gas. Principalmente se utiliza para obtener energía eléctrica o térmica. Además, ayuda a reducir las emisiones contaminantes porque se puede inyectar a la red convencional de gas natural. Realmente aporta un gran valor a la descarbonización de la energía.
Sin embargo, desde el punto de vista económico, la rentabilidad de una planta de biogás es menor que la de instalaciones fotovoltaicas o eólicas porque requiere mucha más dedicación en el proceso de manipular la materia prima.
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En España hay 146 instalaciones de biogás con una producción de energía de 2,74 TWh. Están asociadas a vertederos, estaciones de depuración de aguas residuales, al sector agropecuario, y también, al sector del papel, químico y alimentario. En la capital española, solo hay una instalación que se dedica a transformar el biogás en biometano para su utilización en la movilidad sostenible.
Perspectivas de futuro
La constante preocupación por el impacto climático hace que muchos profesionales y empresas busquen nuevas formas para implantar las energías limpias en nuestros hábitos de consumo. Según la UE, para el año 2050 hay que lograr que el 100% de la energía consumida sea renovable.
En el caso del biogás, aporta un valor ecológico: es respetuoso con el medio ambiente, es renovable e inagotable porque se origina a partir de la materia orgánica. Su verdadero potencial reside en la aportación de la descarbonización de la energía a la sociedad.
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