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La colaboración entre empresas, las energías medioambientalmente sostenibles y la compra responsable son algunas de las tendencias que marcarán el mercado en los próximos años
Empresas, inversores y mercados son cada vez más conscientes de la importancia de apostar por un modelo de desarrollo sostenible, que además de luchar contra el cambio climático, asegura la rentabilidad a largo plazo y un buen posicionamiento en el mercado, ya que son cada vez más los consumidores que eligen productos medioambientalmente sostenibles.
Pero, ¿qué es la economía verde? Según el grupo español de crecimiento verde, que ha publicado un informe llamado “Crecimiento verde: España hoy y mañana”, se puede definir como aquella actividad económica “que contribuye a preservar la calidad de nuestro entorno ambiental a través del uso eficiente de los recursos”. Un uso eficiente que busca proteger la biodiversidad, la calidad del aire y el suelo y la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero.
Según un informe elaborado por State of Green Business 2016, de GreenBiz y Trucost, estas son las 10 grandes tendencias que marcarán la producción en el mundo en los próximos años:
Economía circular
La economía circular es uno de los pilares básicos de la llamada economía verde, un modelo que intenta huir del ciclo “producir-usar-tirar” para apostar por reaprovechar los recursos de forma ilimitada y así reducir la generación de residuos.
Infraestructuras verdes
Puentes, ferrocarriles, metros… las nuevas infraestructuras tienen cada vez más en cuenta el impacto ambiental que producen. Por eso las empresas buscan maximizar sus recursos y reducir su impacto ambiental, con estructuras que dañen cada vez menos el entorno.
Industria minera
Es sin duda una de las industrias que goza de peor fama por su importante impacto medioambiental. Es por eso que cada vez se buscan métodos de producción más respetuosos con el medioambiente para proteger la diversidad biológica, mientras se apuesta por las energías renovables y la eficiencia energética.
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Compras responsables
El consumidor cada vez se preocupa más por el origen de los alimentos. No solo los agrícolas, cada vez más ecológicos, sino también otro tipo de productos, de los que se busca que sean medioambientalmente responsables y cuyos empleados tengan unas condiciones de trabajo mínimamente dignas. Es el caso del famoso coltán, por ejemplo, empleado en los productos electrónicos y cada vez más en entredicho ya que es fuente de importantes conflictos en países africanos.
Captura y reciclaje de carbono
Cada vez más empresas apuestan por reducir el nivel de productos fabricados con plásticos, una forma de evitar la emisión de gases de efecto invernadero.
Agricultura sostenible
El consumidor está cada vez más concienciado con la agricultura ecosostenible. De hecho, es muy habitual encontrar en supermercados y grandes superficies productos sostenibles que emplean nuevas tecnologías y nuevas formas de producir que reducen de manera significativa el daño medioambiental.
Cultura empresarial y sostenibilidad
Las empresas apuestan cada día más por la sostenibilidad e incluyen objetivos relacionados con el cuidado al medioambiente. De hecho, muchas ofrecen incentivos a sus trabajadores para que adopten una forma de vida y de trabajo más ecorespetuosa.
Economía colaborativa
Cuando se habla de economía colaborativa se suele pensar en particulares. Sin embargo, cada vez es más habitual entre empresas. Un concepto que trata de poner en contacto a distintas compañías para que colaboren entre ellas y así aprovechar mejor los recursos. El conocido como “business to business sharing economy” se puede aplicar en espacios de almacenaje, equipos de trabajo o espacios comerciales, entre otros sectores.
Revolución de las energías renovables locales
Es sin duda una de las mayores innovaciones dentro de la economía verde. Esta revolución está llevando electricidad a zonas rurales remotas y despobladas de España, lo que se espera que ayude al desarrollo económico de estas zonas, muchas veces olvidadas. Un revulsivo para la conocida como España vaciada que puede suponer una vuelta de parte de la población y la creación de puestos de trabajo en los pueblos de todo el país.
Economía azul
La conocida como economía azul busca sacar un mayor beneficio a los océanos, una vasta superficie que ocupa más del 70% del planeta y hacia donde muchas empresas han vuelto su mirada para sacar mayor rendimiento a esta fuente de energía y vida. Según señala este informe, disponer de más información sobre los mares y océanos permitiría mejorar la gestión de muchas empresas que dependen de este medio (pesca, turismo, ocio…). Esto las ayudaría a mejorar su eficacia e innovación, a la vez que se apuesta por el respeto medioambiental.
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