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Las principales compañías del mundo apuestan por la energía eólica marina, un sistema que genera más energía y cuyo impacto visual y acústico es mucho menor
Iberdrola inauguró en el mes de agosto su mayor instalación eólica, que además es una de las más grandes del mundo. El parque eólico marino East Anglia ONE, situado en el Mar del Norte, cuenta con una potencia instalada de 714 megavatios gracias a sus más de cien turbinas. Energía suficiente para abastecer a 630.000 hogares.
Con una inversión de 2.500 millones de libras y unas instalaciones donde trabajan un centenar de trabajadores, su puesta en marcha es una clara apuesta de la empresa española por el desarrollo de la energía eólica marina. Pero la energética no pretende quedarse solo ahí. De hecho, ya tiene la vista puesta en otra iniciativa que se convertirá en la más importante del grupo en el mundo y que estará constituida por la suma de tres proyectos (East Anglia ONE North, East Anglia TWO y East Anglia THREE). Cuando esté terminada contará con una potencia total de 3.100 MW.
Pero, ¿qué es la energía eólica marina? Se trata de un tipo de energía renovable que se obtiene al aprovechar la propia fuerza del viento gracias a aerogeneradores instalados en alta mar, donde su potencia es mucho más fuerte y constante. Una producción que se genera gracias a megaestructuras que se asientan sobre el lecho marino a una profundidad de no más de 60 metros de calado.
Entre las principales ventajas, su escaso impacto visual y acústico. Además, la facilidad del transporte marino (posee pocas limitaciones respecto a la carga) hace posible que los aerogeneradores sean mucho mayores, por lo que su producción aumenta considerablemente.
Un modelo sostenible que está ganando fuerza en los últimos años, y que ha incrementado su instalación en más de un cien por cien desde 2010, principalmente en Reino Unido y Alemania.
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Y es que la energía eólica, junto a la solar, se están convirtiendo en dos de las principales apuestas de las empresas energéticas para hacer que su producción sea sostenible. De hecho, durante el mes de julio, la producción eólica se ha convertido en la tecnología de generación eléctrica con mayor potencia instalada en España, superando a los ciclos combinados de gas, una fuente de producción que se mantiene como respaldo a las renovables.
Según los datos que ha hecho públicos la Red Eléctrica de España, durante los siete primeros meses del año 2020, el carbón fue perdiendo importancia (su potencia instalada ha caído en 227 MW) hasta quedarse en los 9.456 MW, una tendencia a la baja que en los próximos años está previsto que continúe. Por el contrario, la energía eólica ha ido creciendo y en julio alcanzó los 4.121 GWh, un 19,8% más que en el mismo periodo del año pasado. A todo esto, se suma un mayor número de placas solares instaladas, con una potencia de 9.861 MW.
La hidráulica se mantiene también como otra de las principales fuentes de generación eléctrica, con algo más de 17.000 MW de producción energética, mientras que la tan controvertida nuclear ocupa el sexto lugar con 7.117 MW.
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