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Antes de decidirse por esta forma de producción medioambientalmente sostenible es importante conocer cuál es el proceso a seguir
El proceso de instalación de placas solares en una vivienda debe seguir una serie de pasos para que funcione correctamente, se adapte a las necesidades requeridas y cumpla con los requisitos impuestos por las administraciones.
La cubierta
En primer lugar, es necesario tener en cuenta cómo es la cubierta de la vivienda donde se van a ubicar, ya que en función del tamaño así podrá ser la instalación. Si no es posible colocarlas en el tejado, que suele ser lo más habitual, existen otras opciones que están ganando peso en el mercado, como las marquesinas solares o incluso toldos que también son capaces de generar energía.
El estado de la cubierta donde se van a instalar es determinante. El tejado debe estar en buenas condiciones para poder llevarla a cabo, ya que las placas se fijan mediante una estructura a la vivienda. Es necesario además tener en cuenta su tipología e inclinación, ya que la estructura será diferente si el tejado está inclinado o si es recto. En España, la mayoría de las cubiertas de las viviendas están inclinadas, lo que favorece el rendimiento de las placas solares.
La orientación de la cubierta es también clave en todo este proceso. Cuanto mejor esté orientada la vivienda y más horas de sol reciba, mayor será la producción fotovoltaica. Sin embargo, aunque la instalación no esté orientada al sur, que sería lo ideal, hay otras opciones. Si es al este, solo sería recomendable en el caso de que el consumo de la vivienda se realice principalmente por la mañana. Si ese consumo es vespertino, no habría problema en que la casa estuviese orientada al oeste.
Los requisitos legales
Antes de instalar placas solares en una vivienda, hay que tener en cuenta también varios requisitos legales. Y es que, al tratarse de una nueva estructura, es necesario solicitar al Ayuntamiento un permiso de obra. Será precisamente el Consistorio quien informe de los pasos a seguir según cada caso particular (si es suelo urbano o rural o si la casa está en una zona histórica y protegida, por ejemplo).
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La tramitación más sencilla se da en el caso de las instalaciones menores de 10kW, ya que están exentas de algunos de estos trámites, incluida la presentación de los avales para el acceso y la conexión a la red de distribución.
Todas las instalaciones eléctricas deben estar registradas ante Industria y usar equipos certificados para su uso en España. Una vez colocada, será el instalador quien proporcione un Certificado de Instalación Eléctrica que verifique que cumple con la normativa vigente.
Una vez la administración correspondiente ha aprobado el proyecto, es necesario abonar las tasas y los impuestos. Sin embargo, muchos ayuntamientos han puesto en marcha planes de bonificaciones para impulsar su uso, que incluyen rebajas en el IBI o en el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO).
El inversor
Una vez hechos estos trámites y colocados los paneles solares sobre la cubierta, se instala un inversor, que será el que convierta la electricidad que recibe de corriente continua en corriente alterna. Si se va a almacenar energía, es recomendable además instalar un inversor híbrido, que gestione la carga y descarga de las baterías.
Existe la opción también de inyectar parte de la producción energética de la vivienda en la red, gracias a la modificación del Real Decreto 244/2019 que derogó el famoso y polémico impuesto al sol, y que permite un importante ahorro en la factura de la luz. En ese caso habrá que instalar un inversor que inyecte parte de la producción generada en la red general.
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