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Combinar suelo radiante y aerotermia, una decisión acertada
El suelo radiante es un sistema muy eficiente que da calefacción y refresca el hogar. Está formado por un circuito de tuberías distribuidas bajo el suelo por las que circula agua. Esto provoca que el calor o el frío se irradie desde el suelo y se distribuya de forma homogénea.
Este sistema es ahora uno de los más solicitados como alternativa a los sistemas de calefacción tradicionales.
Beneficios del suelo radiante
- Al contrario que los radiadores o los splits, no ocupa espacio en el hogar, ya que se instala debajo del suelo.
- Alto rendimiento. Las tuberías que transportan el agua son muy delgadas, de manera que el caudal que transportan es mínimo, al igual que la energía necesaria para calentarlo. Además, existe la opción de enfriar el agua y refrigerar la vivienda con el mismo sistema, lo que eleva su rendimiento.
- Bajo consumo. El suelo radiante funciona con un circuito de agua a baja temperatura (entre 35 y 45º), a diferencia de otros sistemas que necesitan alcanzar temperaturas mayores (alrededor de 85º).
- Suele trabajar con energías renovables, como la aerotermia o la geotermia a través de una bomba de calor, lo que lo convierte en un elemento calefactor no contaminante.
Dos tipos de suelo radiante
En función del suministro que se emplee para su funcionamiento, existen dos tipos de suelo radiante:
Suelo radiante por agua caliente
Es la modalidad más conocida hasta el momento. En este caso, el suelo radiante debe estar conectado a una bomba de calor, encargada de generar el agua caliente. El sistema funciona gracias a las tuberías situadas bajo el suelo, que distribuyen el agua por todas las estancias.
Una de las ventajas del suelo radiante por agua caliente es que consume muy poca energía. Los circuitos que lo forman son muy finos, por lo que no necesitan un gran caudal de agua para funcionar. La cantidad de energía necesaria para calentarlo o enfriarlo también es baja, y encima las temperaturas a las que opera son bajas.
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Suelo radiante eléctrico
La diferencia con el anterior es que, en lugar de funcionar con tuberías, cuenta con un cable conductor. Es decir, este sistema de calefacción funciona con suministro eléctrico que irradia calor a todas las estancias.
Las viviendas que instalen suelo radiante eléctrico deben contar con una potencia eléctrica elevada, ya que el funcionamiento del sistema suele coincidir con el uso de otros electrodomésticos.
Combinar suelo radiante y aerotermia
La combinación de suelo radiante y aerotermia permite unificar las ventajas de ambos sistemas.
La aerotermia funciona mediante una bomba de calor que convierte el aire del exterior en energía para cederla al interior de la vivienda (calefacción) y viceversa (refrigeración). De esta manera, la bomba de calor aerotérmica puede conectarse a emisores térmicos, como el suelo radiante, para hacerle llegar el agua caliente o fría, según las necesidades térmicas de cada época del año.
El funcionamiento de ambos sistemas juntos es mucho más eficiente que un sistema convencional de calefacción. La temperatura de impulsión de agua es mucho más baja y además distribuye el calor de manera más homogénea.
Todo esto hace que la aerotermia con suelo radiante sea un sistema cada vez más demandado por los usuarios.
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