El autoproductor puede reducir su factura de la luz gracias a la nueva normativa que permite inyectar la energía producida sobrante en la red eléctrica
El pasado 1 de marzo fue la fecha clave. Y es que ese día entró en vigor por fin la modificación del Real Decreto (RD) 244/19 que establece que los usuarios que autoproduzcan su propia energía y la viertan a la red puedan recibir una compensación de las suministradoras eléctricas.
Este cambio supone un gran punto de inflexión en el mercado energético español, ya que durante años los usuarios tan solo podían producir energía para su autoconsumo (que incluso llegó estar gravado con el polémico impuesto al sol). Ahora, tanto empresas como clientes particulares pueden inyectar la energía sobrante producida en la red, con la consiguiente rebaja en el importe total de la factura.
Cambios como este hacen prever que el sector crezca de forma exponencial durante los próximos años. De hecho, ya lo está haciendo. Así lo demuestran las cifras del 2019, cuando la potencia instalada creció hasta alcanzar los 459 MW. Un incremento que se espera sea exponencial hasta alcanzar, según los expertos, los 3 GW en los próximos años.
Pero, ¿qué debe hacer un usuario para poder vender la energía producida y aprovecharse de los beneficios que esto supone mes a mes?
El autoproductor debe tener en primer lugar una instalación conectada a la red eléctrica y solicitar una tarifa de luz con venta de excedentes. A través de la página de Red Eléctrica de España (REE) puede además obtener información en tiempo real del precio del megavatio por hora, un precio que debe conocer a la hora de vender sus excedentes energéticos.
Sin embargo, se debe tener en cuenta que esa compensación por el exceso de producción inyectado en la red no será en ningún caso por los kWh consumidos, sino que será económica, por lo que el importe vendido se descontará de la factura final. En términos generales, el precio que se suele pagar, aunque depende de las horas del día, es de 0,05 euros por kWh inyectado, un importe que, según establece el Gobierno, nunca podrá ser mayor al total de la factura, o lo que es lo mismo, no se podrá ganar dinero con la autoproducción. Tan solo se podrá pagar menos en la factura de la luz. Una aplicación en la reducción del importe total que se realiza además antes de impuestos.
Tampoco, establece el RD, se podrá acumular mes a mes el exceso de producción, por lo que el balance comenzará desde cero cada ciclo de facturación. Según diversas estimaciones, el ahorro en la factura de un hogar podría llegar hasta el 65 o incluso el 75% del total del importe, dependiendo de las horas de consumo y los excedentes acumulados.
El avance del autoconsumo energético está claro que imparable en España. Y no solo gracias a esta modificación del RD. También influyen las mejoras que se han producido, por ejemplo, en las instalaciones solares, que permiten mantener pasados 30 años una potencia inicial d el 70%, y eso a pesar de su envejecimiento.
A todas estas ventajas se une además una mayor concienciación con el cambio climático y un consumo energético responsable, ya que este sistema de producción permite reducir de forma sustancial la dependencia de combustibles fósiles como el petróleo o el gas. Toda una serie de beneficios que hacen que el sector se enfrente a un futuro de lo más prometedor en el que el propio usuario será el que produzca lo que necesita, lo venda y lo comporta. Un cambio en el modelo de producción que no ha hecho más que comenzar a despegar.