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Electrodomésticos eficientes, ajustar la potencia contratada o la autoproducción energética, claves para reducir lo que pagamos cada mes
Con un precio de la luz cada vez más disparado (y sin visos de bajar, teniendo en cuenta lo que dicen los expertos, al menos durante los próximos meses), existen algunos trucos para intentar reducir la factura mensual de forma considerable.
La potencia contratada supone una gran parte del importe total que hay que pagar cada mes. De hecho, por cada 1,15 Kw de potencia se abonan unos 50 euros anuales. Por eso, ajustarla a las necesidades reales de cada vivienda es fundamental. En España, la potencia contratada suele oscilar entre los 3,45 kW y 4,6 kW. Si en la factura aparece una potencia mayor, sería recomendable revisarla, ya que una potencia tan alta solo sería necesaria en el caso de que la vivienda tenga piscina, por ejemplo, o que la casa sea realmente grande.
Otra de las claves para reducir la factura, recuerda la OCU, es apagar los aparatos que están en “stand by” (aquellos que aparentemente están apagados, pero que continúan encendidos) como suele ocurrir con los equipos de música o las televisiones. El ahorro puede ser de hasta 52 euros al año.
Ajustar el termostato de la calefacción también es fundamental. Una temperatura entre 19 y 21 grados es más que suficiente para estar a gusto en casa. Y es que cada grado de más que se incrementa, supone un gasto de un 7% más. También es clave mantener en buen estado la caldera y que funcione correctamente (se puede ahorrar hasta un 15%). Tener los radiadores a punto, purgarlos al comienzo de la temporada y no colocar muebles sobre ellos para que no se bloquee el calor producido son otros de los consejos que se deben tener en cuenta.
Electrodomésticos eficientes
El consumo de los electrodomésticos es también clave para reducir la factura. Por eso desde la OCU recomiendan elegir siempre programas que funcionen a bajas temperaturas, ya que al calentar el agua es cuando más se consume.
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En el caso de la lavadora, por ejemplo, emplear temperaturas entre 40 y 60 grados implica un ahorro de hasta el 40%. Si hablamos del frigorífico, uno de los aparatos que más consume, es recomendable que esté instalado lejos de fuentes de calor y ajustar bien la temperatura. En invierno se puede bajar incluso la temperatura.
Que los aparatos sean de la máxima eficacia supondrá además un ahorro importante. Así, por ejemplo, en el caso de tener una nevera con una alta eficiencia energética, su consumo será de 175 Kw anuales, mientras que, en una más antigua, de categoría G, por ejemplo, ese consumo se eleva hasta los 646 kW anuales.
Tarifa con discriminación horaria
Una tarifa con discriminación horaria es la mejor forma de ahorrar. Para eso hay que tener en cuenta los horarios en los que concentramos la mayor parte del consumo, ya que las viviendas que no tienen esta tarifa consumen de media un 50% en horario valle, por lo que sin esfuerzos se podrían ahorrar 80 euros anuales.
Si no tenemos esta tarifa con discriminación, se debe tener siempre en cuenta la diferencia de precio que existe entre los tres tramos horarios aprobados por el Gobierno recientemente para intentar ajustar nuestro consumo a los horarios valle.
Sin embargo, la mejor forma de ahorrar, y hacerlo de forma definitiva, es cambiarse a la autoproducción de energía. Para ello, los paneles solares son sin duda la mejor opción, ya que con la energía producida se puede cubrir gran parte de las necesidades energéticas de una vivienda o un negocio. Además, parte de esa producción se puede inyectar en la red, con el consiguiente ahorro en la factura final.
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