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Las algas podrían ser una nueva fuente de energía alternativa
Las algas son un recurso ilimitado y sostenible con un contenido energético alto. Actualmente, se están realizando muchas investigaciones para mejorar el estudio.
La explotación de estos microorganismos es muy amplia, se puede utilizar para producir una amplia cantidad de productos. Es una situación favorecedora para la humanidad gracias a que permite el impulso de una economía “bio”, y ayuda a la transición sostenible.
Teniendo en cuenta la teoría del pico de Hubbert (agotamiento del petróleo), la comunidad científica apoya el lanzamiento de las renovables, dejando atrás los combustibles fósiles.
Importancia de las algas
Estos organismos fotosintéticos utilizan la energía solar para crear materia orgánica a partir del CO2 atmosférico y del agua. Su cultivo es muy beneficioso, produce 60 veces más aceite por hectárea que las plantas convencionales. Además, absorbe el CO2.
Las algas generan energía gracias a la fotosíntesis. Su potencial es gracias a la posibilidad de ser genéticamente alteradas, dando lugar a mutaciones que reducen la carga eléctrica no productiva. De esta manera, el proceso es mucho más eficiente.
El alto valor biológico de las microalgas triunfa en la cosmética. Las grandes firmas de este sector apuestan por los beneficios de la vegetación marina, siendo sus propiedades ricas en nutrientes y productos antioxidantes.
Explotación de las algas y medusas como biocombustibles
Las algas pueden capturar luz solar y CO2 para producir energía. Estos componentes acuáticos tienen un rendimiento muy elevado, así como un rápido crecimiento. Por lo tanto, es una fuente de producción de energía continua, inagotable y no contaminante.
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En el caso de las medusas, podemos decir que pueden convertirse en una pieza fundamental en la fabricación de paneles fotovoltaicos. Su proteína verde fluorescente se transforma en un material con cualidades energéticas.
No obstante, cuando nos referimos a las medusas como fuente de energía renovable no nos referimos a la energía solar, sino a la energía biosolar. La diferencia entre ambas, es que en el segundo caso la producción de energía se hace mediante procesos fotosintéticos. Las sustancias que se emplean en este tipo de fuente renovable no dañan el medio ambiente.
¿Podemos hablar de algas y medusas como el futuro de las renovables?
La energía del futuro se encuentra en el mar: biosolar o biofotovoltaica. Permite construir un mundo verde gracias a que su fuente de energía es la fotosíntesis de las plantas. Son proyectos en fase de experimentación, pero se prevé que será una buena alternativa de suministro de energía gracias a que no implica limitación de recursos. La posibilidad de utilizar este tipo de energía garantiza el uso de materiales que se pueden renovar y usa sustancias respetuosas con el medio ambiente.
Teniendo en cuenta todos los beneficios que presentan, sería conveniente situar las plantaciones de algas cerca de las centrales energéticas para ayudar a absorber el CO2.
La energía que nos moverá en el futuro
La utilización de eco-combustibles permitiría la fabricación de flota y sus equipos sin necesidad de generar emisiones contaminantes a la atmósfera. Los biocombustibles podrían ser la solución para la movilidad sostenible de camiones, aviones y barcos.
Lo que es cierto, es que estos componentes ayudan a reducir la huella de carbono, además, su composición química se asemeja a la de los combustibles convencionales. Esto implica que no es necesario desarrollar nuevas tecnologías en los motores.
Los biocombustibles más avanzados pueden reducir las emisiones contaminantes entre un 70% y un 100%.
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