La eléctrica construirá en Puertollano la que está llamada a ser la mayor factoría de hidrógeno verde de la compañía
Iberdrola ha decidido dar un paso más en su apuesta por la producción verde y responsable con el medio ambiente. Por eso, dirá definitivamente adiós a la que es la última planta de carbón que la empresa tiene en el mundo. Tras recibir el visto bueno del Ministerio de Transición Ecológica, la energética cerrará la central térmica de Lada, en Asturias (hace unos meses también echó el cierre la de Velilla, en Palencia). Da así un paso más en el proceso que puso en marcha hace unos años y con la que espera convertirse en una empresa cien por cien verde.
La producción que ahora genera estas plantas será sustituida por energía eólica y solar de última generación, según ha anunciado la propia compañía. Ya han dicho, de hecho, que lo compensarán produciendo 420 nuevos megavatios de origen eólico y fotovoltacio, a los que se sumarán los más de 130 MW que provendrán de los parques eólicos que se están comenzando a construirse en la zona asturiana de Lada.
Pero este no es el único movimiento hacia una producción más sostenible que ha hecho público la eléctrica. También ha anunciado que construirá en Puertollano (Ciudad Real) la que está llamada a convertirse en la mayor planta de hidrógeno verde para uso industrial de toda Europa. Estará en funcionamiento el año que viene y evitará que se viertan a la atmósfera 39.000 toneladas de dióxido de carbono al año.
La nueva planta generará energía a partir de fuentes cien por cien renovables y contará con una planta solar fotovoltaica de 100 MW y uno de los mayores sistemas de producción de hidrógeno mediante electrolisis de todo el mundo (20MW).
La empresa que preside Ignacio Sánchez Galán suministrará de esta forma a la planta de fertilizantes y amoniaco Fertiberia, ubicada en esta localidad, la energía suficiente para reducir en más de un 10% su necesidad de gas natural.
El objetivo de la compañía a largo plazo es hacer del hidrógeno verde un sistema de producción eficiente y barato. No solo a nivel industrial, sino también para que pueda emplearse en otros campos, como el automovilístico, uno de los sectores con mayor proyección actualmente.
La producción anual de hidrógeno en España actualmente es de 0,5MT H2 al año, lo que implica que se expulsan 5 Mt de dióxido de carbono a la atmósfera anuales. Con este proyecto basado en energías renovables se espera que la cantidad de CO2 vaya disminuyendo paulatinamente. Y es que la intención de la compañía es descarbonizar el hidrógeno mediante una producción de energía cien por cien verde, lo que supondría a largo plazo, según previsiones de la propia compañía, que la demanda de electricidad se incremente un 10%.
A este respecto, el presidente de Iberdola ha asegurado que con esta iniciativa lanzan “un gran proyecto de hidrógeno verde de Europa, demostrando que gracias a las renovables y la innovación tecnológica es posible seguir dando respuesta a las necesidades de electrificación y descarbonización de nuestra industria”. Una “iniciativa”, ha dicho, que “muestra el camino y las oportunidades que ofrece la transición energética para desarrollar proyectos innovadores como foco de la industrialización y el empleo en nuestro país”.