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El autoconsumo y las tarifas fijas se han convertido en las mejores opciones para rebajar la factura energética y olvidarse de la subida de la luz
El temporal Filomena ha traído consigo dos consecuencias: un frío polar como no se había visto en 20 años y una incesante y continua subida del recibo de la luz y del gas. Con los termómetros bajo cero y con mínimas nunca antes registradas en el país, los consumidores han tenido que incrementar su consumo medio para hacer frente a las bajas temperaturas. Y, sin embargo, en momentos como este, cuando la demanda se ha disparado, los usuarios han visto cómo los precios se han incrementado un 110%.
Las causas son dos, según los expertos: una mayor demanda energética y una menor producción de energías renovables, también a causa de las inclemencias meteorológicas. A esto se une un aumento del precio del gas natural y el alza del valor que las eléctricas tienen que pagar por las emisiones de dióxido de carbono.
En condiciones normales, las energías renovables, un sector por el que España lleva apostando años, implican un abaratamiento en la factura de la luz, ya que son más económicas que los combustibles fósiles. Sin embargo, en los últimos días, debido a la borrasca, se está generando menos energía solar y eólica de lo habitual, por lo que las compañías eléctricas han tenido que recurrir a otras energías más caras, como las centrales térmicas o las de ciclo combinado –esta última se ha encarecido además por el aumento del precio del gas proveniente de Argelia-.
Pero, ¿cómo se fija el precio de la energía que consumimos?
El proceso para fijar el precio de la luz es complejo. Cada día, las empresas lanzan sus ofertas para cada hora de producción de la jornada siguiente. Es el balance entre la oferta y demanda la que determina el precio final.
En todo este proceso, las energías renovables y también la nuclear, son las más baratas, las que tienen prioridad en el denominado “pool”. Las últimas en entrar en este sistema son las energías más caras, como el carbón o las de ciclo combinado. Así, si con las energías renovables se logra cubrir la demanda, el precio de la luz es más económico. Sin embargo, si no consiguen cubrir toda la demanda, se incorporarían otras fuentes más caras, encareciendo el valor final.
Por tanto, a mayor demanda, mayor precio, ya que con las renovables no se puede cubrir las necesidades del consumidor. Y más en jornadas con frío intenso como las que ha provocado Filomena.
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A todo esto, hay que sumar que debido a la borrasca la producción de energías verdes se ha visto resentida de manera considerable. Así, por ejemplo, la energía eólica, que el año pasado llegó a aportar el 22% de la producción total en España, ha visto como estos días su producción caía en picado, bien por falta de viento, bien por un exceso de él, lo que también impide generar energía.
¿Cuál es la mejor solución ante esta subida de precios?
No todos los usuarios notan la subida final de la misma forma, ya que el consumo energético tan solo supone el 40% del precio final de la factura. En el caso de la tarifa regulada (PVPC), el precio viene determinado por la cotización diaria de la energía. A todo esto hay que sumar además los impuestos que se incluyen en la factura, entre ellos el 21% del IVA. Factores que disparan de manera considerable el precio final a pagar.
Ante esta situación, los consumidores comienzan a plantearse alternativas para evitar facturas energéticas desorbitadas. Una gran solución es apostar por el mercado libre. En Prime Energy ofrecemos un plan especial con tarifa por debajo del PVPC. Con este plan solo habrá que pagar 0,1126€/kWh gracias a los descuentos que aplicamos en el primer año de contratación.
Otra alternativa que ayuda a reducir la factura de la luz es el autoconsumo energético, a través de paneles solares en las viviendas. Su instalación es sencilla, tan solo hace falta ponerse en contacto con nosotros para comenzar los trámites. Con un tiempo de amortización de unos siete años, a lo que hay que sumar las ayudas que muchos ayuntamientos han puesto en marcha para impulsar este modelo de producción –rebaja del IBI y del ICIO-, el desembolso se ve compensado en aún menos tiempo. Incluso parte de la producción en los hogares se puede inyectar en la red eléctrica, con el consiguiente ahorro. Sin duda, otra gran opción para evitar sustos en las facturas de la luz.
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